Trabajo en la Federación de Pádel de la Comunitat Valenciana, gracias a mi condición de Entrenadora, Juez Árbitro y jugadora comencé en la federación atendiendo varios departamentos, atención al federado, a los clubes, formación de entrenadores y jueces árbitros, competición. Aunque sigo trabajando para la Federación, poco a poco el arbitraje en pádel está cogiendo fuerza a nivel internacional y se está convirtiendo en una de mis actividades más importantes y motivadoras.

¿Y sobre tu situación personal?

Me casé un dos de noviembre de 2018 en Canals, tengo una hija de 17 meses y un chico en camino que si todo va bien, lo conoceremos el próximo mes de mayo.

Número de promoción

Promoción XXXVII

¿Mantienes contacto con tus ex compañeras de clase?

Gracias a Diemal y otras actividades durante años posteriores y a la redes sociales, he podido seguir conectada a muchas de ellas, la verdad que como tengo preciosos recuerdos para mi el paso por el colegio me ha marcado y todas ellas están en mi recuerdo de una forma muy especial.

¿Alguna profesora en concreto que recuerdes con especial cariño?

Estuve muy poco en el colegio, pero aunque era pequeña recuerdo con mucho cariño a Cristina Baixauli, su dulzura y a la vez firmeza en su carácter.

En tu vida personal, ¿notas que Guadalaviar te ha dejado huella?

En lo personal, puede sonar muy gracioso, pero yo me quedaba al comedor y la clase de “comportamiento en la mesa” para mi ha sido algo fundamental, así como, la visita al sagrario, la confesión y las amigas.

¿Y en el terreno profesional?

Con qué tres palabras definirías Guadalaviar

Diversión, esfuerzo y valores.

 ¿Podrías contarnos alguna anécdota o recuerdo especial que tengas del colegio?

Estaba en 2º de Primaria poco después de tomar la Comunión, me rompí el húmero y estuve varios días hospitalizada. Tengo guardadas las cartas de mi compañeras en las que me contaban que Don Salustiano había rezado por mí, habían ofrecido una misa para mi pronta recuperación y que me echaban mucho de menos. Estas cartas las conservo junto con el clavo y la radiografía de mi húmero roto. Alguna vez me encuentro con el sobre y las releo como si tuviera 7 años.
También recuerdo con mucha nostalgia los villancicos de Navidad y a Emilia Abadía con su “Da capo” en los ensayos. (Debo confesar que siempre imaginaba que me elegian como solista, un sueño que solo consigo en mi casa todos los años, cuando en casa de mis padres pongo el disco y me pongo a cantarlos por la cocina con mi madre).

 

 

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Muchas gracias Paloma. ¡Un abrazo!