Entrevista a Alicia Palazón: escritora y creadora de ‘Aula Grial’

Estrenamos nuestra serie de entrevistas a Antiguas Alumnas de Guadalaviar con una Alumni excepcional: Alicia Palazón es escritora de éxito e impulsora, junto a  su marido de ‘Aula Grial’: un centro expositivo e interactivo que nace con la vocación de hacer que Valencia se conozca como la ciudad del Santo Grial.

La conocemos un poco mejor a través de esta entrevista:

¿En qué proyecto estás inmersa en estos momentos?

En estos momentos soy directora de contenidos en Aula Grial, la nueva aventura en la que me he embarcado junto a mi familia, un espacio de interpretación del Santo Cáliz que se venera en la catedral de Valencia. En Valencia no valoramos este regalo que tenemos y que debería ser conocido en el mundo entero. Es importante que lo valoremos y, para eso, hay que conocer todo el peso histórico, religioso, artístico, literario que tiene y despojarlo de toda la farándula que rodea a la reliquia más preciada de la cristiandad. El Santo Cáliz se puede mirar desde muchas perspectivas y todas ellas son fascinantes. Por eso queremos empezar la tarea divulgativa desde los colegios pero también dirigirla a los ciudadanos de Valencia, de España y al turista extranjero. Tenemos proyectos muy chulos y muy diversos y estoy muy emocionada. Espero poder transmitir esa pasión a los que se acerquen a Aula Grial.

¿Podrías describirnos tu trayectoria profesional?

Mi vida laboral ha estado siempre ligada a la enseñanza y a la literatura. Tal vez porque no me quedaba otro remedio; tengo una tendencia muy acusada hacia las letras y la creación y soy muy negada para otros sectores -los números, los negocios, las ventas se me dan fatal. He dado clase más de treinta años y los últimos fui directora titular del centro de formación profesional Cabillers, que heredé de mi padre. Los tres últimos los recuerdo con terror porque a los concertados, las políticas de conciertos de la Conselleria nos ha hecho mucha pupa. El hecho es que me tuve que enfrentar a un cierre muy doloroso. Pero me he reinventado y me he permitido el lujo de dedicarme a lo que me apasiona, que ya era hora. Echo de menos, eso sí, recuperar mi faceta de escritora porque es donde más feliz me siento, pero todo llegará, siempre lo he podido compaginar y esta nueva etapa no va a ser la excepción.

¿Y tu situación personal?

En lo personal no me puedo quejar. Llevo treinta años de matrimonio como si fueran treinta días y tengo cuatro hijos estupendos -3 chicos y una chica- una nieta en camino y un perro al que adoro y me adora. Un caos continuo divertido y estresante del que no puedo ni quiero prescindir. Pero, por pedir, un cocinero y alguien que se encargue de la ropa, me darían la felicidad completa. Aunque me temo que es un sueño que jamás cumpliré…

¿Sabrías decirnos tu número de promoción?

Pues, como ya decía, los números no son mi fuerte. Afortunadamente lo he podido consultar en el grupo de whatsapp. XIV?? Al menos eso es lo que pone. Si tuviera emoticonos te pondría un monito tapándose la cara.

¿Y recuerdas los nombres de la primera y la última compañera de la lista de tu clase?

Ahí también me has pillado. ¿Rocío Alvarez? La última no me acuerdo, sería que ya estaba en otras cosas… Me matará si lee esta entrevista. Me quedo en Teresita Sánchez pero imagino que algún apellido más detrás de la “S” habría.

¿Nos darías el nombre de alguna profesora que recuerdes con especial cariño?

Recuerdo a Blancamelia Canales, a la que veo por Facebook. Ella descubrió que iba para escritora y me motivó mucho. Pero, como también me gustaba cantar, Emilia Badía es otra de las que recuerdo especialmente. Pero también Gema Puig, que era una dulzura, Isa Torres, que era como su apellido, dura pero sonriente, Mª Engracia, Teresa Calvo, miss Olif, la señorita Trini de 1º de EGB, que está exactamente igual…

En tu vida personal, ¿notas que Guadalaviar te ha dejado huella?

Por supuesto. Crecí y me desarrollé como persona en el colegio. Desde los 6 añitos hasta los 15/16. Fueron muchas horas de aprendizaje del mundo y de la realidad y no solo me refiero a la formación académica y religiosa. Es vínculo con la infancia y la adolescencia muy especial que he descubierto cuando me reencontré con mis compañeras de clase. Evolucionar juntas, compartir tanto, hace que se cree un relación increíble. Fue como si nos hubiéramos visto el día anterior; el cariño, la confianza, estaban intactas, mejor incluso, porque ya hemos pasado la etapa de la tontería.

¿Y en el terreno profesional?

Siempre he estado convencida de que la formación académica de Guadalaviar es sólida, fantástica, una inmejorable base para continuar avanzando. Hacer las cosas bien, cuidar cada detalle, sea para lo que sea o quien sea, es algo que he aprendido allí. Los buenos cimientos son imprescindibles, luego ya construyes tú a tu manera.

¿Con qué tres palabras definirías Guadalaviar?

Pues las primeras que me vienen a la cabeza son las de los banderines: Estudio, delicadeza y fortaleza. Creo que son tres valores muy acertados para marcarse un objetivo de vida. Pero se me ocurren muchas otras. Dejémoslo ahí.

Por último, cuéntanos alguna anécdota o recuerdo especial que tengas del colegio…

Tengo miles. Detalles tontos como las marcas de polvo de los calcetines cuando nos los subíamos, la fila para abrochar el babero de tu compañera, las bandejas del comedor con olor a lejía, el fumadero, la caldera… Otros entrañables: cómo quería a don Samuel, cómo me decía beata mientras esperaba con la puerta entreabierta antes de entrar a la misa. El día que nos pringamos de fibra de vidrio pensando que eran esponjas,  las faldas de mejicana de colores de uno de los festivales de fin de curso, las tazas del wc de primaria, tan chiquitinas… el día que me pillaron mi primera y última chuleta… Creo que hasta las broncas, que más de una me llevé, las recuerdo con cariño. Sin duda volvería a Guadalaviar.

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1 Comment
  • Carmen María Villena Molina
    Posted at 20:30h, 22 diciembre Responder

    Qué entrevista tan entrañable! Te recuerdo Alicia, nuestros padres también se conocían. Tus recuerdos del colegio me han transportado a aquellos años con una sonrisa. Gracias!!

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