23 May Entrevista Marta Domingo, fundadora de la Escuela Sherpa
¡Bienvenida, Marta! En primer lugar, muchas gracias por concedernos esta entrevista y por tu disponibilidad. ¡Vamos allá!
¿Podrías contarnos tu proyecto en Nepal?
Es una iniciativa que pretende ayudar al desarrollo de la comunidad que vive en el Valle del Sholokhumbu, en el Himalaya. Se trata de una ONG que fundamos unos amigos y yo, inspirados en lo que uno de estos amigos nos contaba de esa comunidad que conoció en 2016 cuando visitó Nepal. Este amigo supo que en un futuro algo haría con ese lugar, y unos años después, a un grupo que conoció en el voluntariado de la universidad, nos propuso dar un paso más y fundar la Escuela Sherpa. Este verano pudimos ir por primera vez como ONG. Estuvimos un mes allí y desarrollamos un proyecto de cooperación que contaba con 4 campañas: educativa, sanitaria, de obra social y desarrollo comunitario. Fue un exitazo. La comunidad quedó super contenta con ganas de recibirnos de nuevo.
La idea es ir volviendo, desarrollar una red fuerte para que futuros voluntarios puedan ir por su cuenta desde la ONG. Este verano, una vez tanteadas y estudiadas las necesidades in situ, hablamos y pensamos nuevos proyectos futuros: instalación de conductos de ventilación en las cocinas, plantación de semillas de futas y verduras y clases de música en la escuela. Esta comunidad vive en un sitio increíble, para acceder a ella tienes que andar durante muchas horas por senderos, cruzar arroyos y lidiar con las sanguijuelas y demás insectos y arácnidos del Himalaya …que te vayas encontrado. Por una vez lo consigues, alucinas con lo que allí te encuentras. El espíritu y carácter genuino de la gente es verdaderamente espectacular y lección de vida, viven en plena naturaleza y completamente ajenos a cualquier bullicio de la ciudad; viven por y para lo que de verdad importante: cuidarse los unos a los otros y ser la mejor versión de ellos mismos, siendo fieles a lo que cada uno es.
¿Cuál es tu próximo proyecto profesional?
Pues, he estudiado Magisterio Primaria y Pedagogía. He estado trabajando en un cole como tutora estos dos últimos años y la verdad que he reafirmado mi vocación de maestra. Es cierto que a lo mejor no me quiero pasar toda mi vida laboral dentro de un aula, pero seguro que sí dentro de lo que es el ámbito educativo. En parte, por eso estudié también Pedagogía, para tener un abanico profesional, dentro del mundo educativo, más amplio. Si soy sincera, mi mayor ilusión es ser directora de un cole. Me encanta lo que es la gestión y organización escolar, intentado tomar las decisiones desde una argumentación pedagógica, yendo al porque y para que de todo que se hace en el colegio.
Pero de momento, estoy en Australia, giro de 360º. La idea es volver, pero es cierto que en este país hay oportunidades de todo tipo, y me gustaría estar abierta a todo lo que pueda surgir.
¿Y en lo personal?
Ser una persona que sigue aprendido, aprendido de gente, de experiencias vitales, de lugares, de momentos…; una persona entregada, que está para los demás, que sabe darse sin esperar nada a cambio; ser luz para otros, ejemplo, inspiración; ser una persona agradecida, humilde; ser buena amiga, hija, mamá en un futuro, ciudadana comprometida, reivindicativa. Pfff… un horizonte demasiado amplio, yo creo que un horizonte personal nunca se alcanza, porque siempre hay metas nuevas según la etapa en la que te encuentres. Una persona nunca deja de hacerse.
¿Mantienes contacto con las que fueron tus compañeras de clase?
¡Claro que sí! Mis amigas son mis amigas del cole. Por supuesto que durante estos años he ido conociendo a más gente, pero es diferente. Con mis amigas del cole tenemos una relación muy especial, una amistad sincera. Sabemos que nos tenemos para siempre.
¿Alguna profesora en concreto que recuerdes con especial cariño?
Recuerdo con cariño a muchas, en realidad a todas, cada una a su estilo y manera, te enseñaban y aportaban aprendizajes vitales. Pero voy a permitirme nombrar a Lucía Torres. Fue mi tutora en la ESO. Siempre se lo he dicho, para mi tiene un don para leer entrelineas y saber dar en el clavo. Te decía lo que necesitabas oír en el momento indicado y con las palabras adecuadas, aunque en ese momento no lo entendieras, con el paso del tiempo te acordabas de sus mensajes, y pensabas “¿cómo podía tener taaanta razón?”. Muchas de mi promoción la recordamos con especial cariño, pero sobre todo admiración. Se implicó mucho con mi clase, con su estilo docente y personal, consiguió mucha cohesión entre todas nosotras haciendo que dejáramos de lado diferencias que entre toda adolescente puede haber.
En tu vida personal, ¿notas que Guadalaviar te ha dejado huella?
Mucha, siempre lo digo, yo soy quien soy, en gran parte, por el cole al que he ido. Me ha enseñado a saber estar, a no confórmame con lo primera opción, a ser crítica, a saber dar importancia a lo que verdaderamente la tiene, a saber querer, a saber qué es el compromiso, a tener esperanza e ilusiones… Me ha enseñado a ser persona.
¿Y en el terreno profesional?
Va ligado a lo anterior, en lo profesional, reflejas la persona que eres, entonces, todo lo que he mencionado antes, pero trasladado al ámbito profesional. Sobre todo, en la universidad y en estos primeros años de trabajo, me he dado cuenta de que hemos aprendido a esforzarnos. Empiezas a entender el porque de ciertas cosas de cuando eras pequeñas y entonces es cuando agradeces a esas “profesoras pesadas” que te insistían en hacer las cosas bien a pesar de que costaran. “Despacito y con buena letra” creo que es una frase que se me grabó a fuego en Primaria. También me ha enseñado a tener mi propia opinión y a no tener miedo a expresarla, por muy diferente que pueda ser del resto.
Con qué tres palabras definirías Guadalaviar
Un cole…
– Único
– Integro
– Auténtico
Por último, cuéntanos alguna anécdota o recuerdo especial que tengas del colegio.
Recuerdo muuuchas cosas: las olimpiadas, villancicos, convivencias, festivales de fin de curso, flores en el mes de mayo, revisiones de uniforme impecable, con horror los trimestrales y finales, partido de pichi y balón tiro… Pero creo que mi promoción recuerda con especial cariño y entre risas, una práctica deportiva que nos dio por hacer en 3º de la ESO. Entre clase y clase, nos dedicábamos a perseguir a alguna de nosotras para quitarle el calcetín y lanzarlo a los ventiladores nuevos que pusieron ese año en las aulas. La gracia estaba en ver a dónde salía disparado el calcetín después de dar unas tres vueltas entre las hélices, deseando que apuntara hacia la ventana y se cayera por ahí. Jajajajaj ahora lo pienso y me da hasta vergüenza de lo absurdo que parece, pero no sabéis lo que nos unió a todas este simple “hobby”. También nos daba por cantar la canción de la serie L´Alqueria Blanca a todas horas. Pedíamos a la profesora que una de nosotras, que era la directora del “coro”, saliera a la tarima a hacer que dirigía al resto, y a voces cantábamos esta canción en valenciano. La última parte era la mejor, nos veníamos arriba y empezábamos a dar golpes en las mesas al son del típico lololo. No hay compañera de esta promoción que no se sepa esta letra.
Este párrafo me gustaría añadirlo, para simplemente acabar diciendo que, independientemente de la promoción Alumni que seamos, sin importar donde estemos; sin importar lo que hayamos acabado estudiando/haciendo o el estilo de persona que seamos… creo que todas tenemos una esencia en común que este cole nos ha dado. Deberíamos aprovechar todo esto que, en su día, muchas profesoras nos enseñaron (dedicando tanto tiempo, esfuerzo y vocación) y ponerlo en práctica allá donde vayamos.
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Mil gracias por contarnos tantas cosas, Marta, ha sido muy inspirador.
¡Un abrazo!
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